Barrick y la Agencia de Canadá para el Desarrollo Internacional (CIDA, en inglés) están financiando un proyecto único liderado por World Vision para mejorar el desarrollo económico y social en el distrito de Quiruvilca, en el norte rural del Perú.

La meta principal del proyecto es ayudar a las autoridades locales a convertir los ingresos de la minería en iniciativas de desarrollo sustentable que ayuden a diversificar la economía local. Tanto Barrick como CIDA aportan $500.000 dólares canadienses durante el período de vida de este proyecto (3 años) que concluye en diciembre de 2014. El financiamiento de Barrick apoyará las actividades de proyectos que generán ingresos, en tanto el financiamiento de CIDA apoyará iniciativas gubernamentales para la construcción de capacidades.

“Barrick ha tenido una relación de larga data con World Vision, que ha ayudado a mejorar la vida de miles de personas en las comunidades adyacentes a nuestras operaciones en Perú”, dice Aaron Regent, presidente y CEO de Barrick.  Nos complace trabajar con World Vision una vez más y financiar conjuntamente este importante proyecto nuevo con CIDA”.

El proyecto es la tercera colaboración entre Barrick y World Vision en los últimos 8 años. Anteriormente, la Compañia aportó en forma combinada $2,3 millones de dólares para dos proyectos aparte de World Vision, que brindaron ayuda a las familias pobres que viven cerca de las minas Pierina y Lagunas Norte de Barrick. En particular, esos programas ayudaron a construir capacidades a las madres y a los líderes de la comunidad, para abordar necesidades de salud urgentes de los niños que viven en áreas rurales en Perú, donde la desnutrición crónica afecta a 5 de cada 10 niños.

“Esta iniciativa apoyará a los habitantes de Quiruvilca, especialmente a las mujeres, a los jóvenes y a las personas con discapacidad, en su esfuerzo por lograr desarrollo sustentable de largo plazo”, dice Regent. “Este es otro ejemplo de cómo pueden colaborar los sectores público y privado con las comunidades, para maximizar los beneficios de la minería”.

El último proyecto es sobresaliente en diversas formas, que incluyen el mayor nivel de cooperación entre los grupos de interés y el esfuerzo por crear una iniciativa que asegure que la comunidad tenga una voz potente sobre cómo se distribuyen los ingresos provenientes de la minería.

“Una de las diferencias clave en este proyecto es el proceso de selección de las iniciativas que generan ingresos”, dice Onome Ako, gerente del Programa de Desarrollo de Recursos e Innovaciones en Colaboración de World Vision Canadá.

“La comunidad se va a comprometer fuertemente en el proyecto y aportará sobre qué actividades quisieran ver materializadas o en qué necesitan desarrollar capacidades”, dijo.

Un elemento importante del proyecto será el trabajo de un comité de dirección liderado por el gobierno, que elaborará un plan económico y evaluará los proyectos que generan ingresos financiados con préstamos y becas para un fondo de inversión comunitaria. El comité estará formado por representantes de Barrick, World Vision, el gobierno local y miembros de la comunidad. Además, los grupos comunitarios se fortalecerán para asegurar que los pobladores puedan opinar sobre la planificación de políticas y la implementación del proyecto. Las mujeres, jóvenes y personas con discapacidad serán parte importante de estos grupos, y también del comité de dirección, asegurando así que sus intereses están representados y se beneficien de las iniciativas que generan ingresos con apoyo del proyecto.

“Creo que el crecimiento económico sustentable en los países en desarrollo es la forma más efectiva de reducir la pobreza en el largo plazo”, dice Bev Oda, Ministro de Cooperación Internacional de Canadá. “En Perú, nuestra alianza con World Vision Canadá y Barrick hará subir los ingresos y el nivel de vida a unas 1.000 familias, aprovechando el impacto económico de las operaciones mineras locales en los proyectos de desarrollo comunitario”.

Dado que el proyecto involucra un alto nivel de colaboración entre el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, el gobierno y la comunidad, se elaborará un catálogo de buenas prácticas y lecciones aprendidas, que se compartirá a través de redes como la Iniciativa Devonshire, el Centro de Excelencia de RSE y redes similares en Perú. “El proyecto es distinto a lo que hemos hecho antes en cuanto al grado de colaboración entre los grupos de interés”, dice Ako. “El proceso fue más participativo y hubo más compromiso entre todas las partes de entender las necesidades reales de las comunidades y desarrollar un proyecto basado en esos requerimientos. Estamos igual de entusiasmados por el lanzamiento del proyecto y por ver los resultados”.