Un biohuerto escolar es una herramienta importante para involucrar al alumno de una forma permanente a un contacto sano y educativo con el medioambiente. Este fue el concepto que llevó al personal del área de Seguridad Patrimonial de Lagunas Norte, liderado por Raúl Artola, a emprender un voluntariado con los niños del nivel inicial

de la institución educativa 80676 del caserío El Sauco.

Esta iniciativa ha contribuido a construir aprendizajes vivenciales en los alumnos, así como aplicar los conocimientos teóricos del área de Ciencia, Tecnología y Ambiente, un curso que en adelante estudiarán los niños.

Esta actividad que acerca a los trabajadores hacia la comunidad se inició previamente con las coordinaciones establecidas con la profesora del aula, para la instalación de un biohuerto escolar en un área de terreno que el colegio debió destinar y con el cumplimiento del cronograma de actividades como la preparación de la tierra de cultivo, siembra de semillas, riego, cuidados y cosecha de hortalizas.

Desde el inicio, la participación de los niños ha sido activa con el objetivo de involucrarlos desde temprana edad con las técnicas básicas de cultivo de hortalizas, para replicarlas en el futuro en sus hogares. El día de la cosecha se pudo  observar el gran entusiasmo, no sólo de los niños sino también de las madres de familia, que llevaron los productos para prepararlos en sus casas.

Raúl Artola, jefe de Seguridad Patrimonial de Lagunas Norte, comentó que “en esta oportunidad hemos cosechado rabanito, coliflor, lechuga, beterraga, acelga, entre otros. Con los niños hemos valorado y utilizado racionalmente los recursos naturales. Por ejemplo, con botellas plásticas reciclables hemos hecho aspersores con el fin de optimizar el uso de agua para regar las plantas. Ha sido una actividad de mucha satisfacción para nuestro equipo”.